
Nadie esperaba a Primo Levi (1919-1987) en su casa de Turín la jornada otoñal de 19 de octubre de 1945. Su familia, al ver el rostro barbudo y demacrado del recién llegado, su cuerpo enjuto, tardó mucho en reconocer al joven químico, al que llevaban más de dos años sin ver y del que no tenían ningun
Origen: – Primo Levi: el indispensable testimonio de las tinieblas