P.: ¿Es consciente de alguna influencia específica en su obra?
R.: Sabe, no estoy muy seguro de que influencia sea la palabra, porque copio lo que admiro, lo mango. Hablar de influencia parece sugerir que el material de otro se infiltra en el de uno, de forma semiconsciente. Pero yo leo no sólo por placer, sino también como un obrero, y cuando encuentro un buen efecto lo estudio y trato de reproducirlo. Así que quizá soy un ladrón en toda regla. Robo a los demás, a mis mayores, quiero decir. De hecho, Panic Spring, que según ustedes es un libro respetable, me parece horrible porque viene a ser una especie de antología, cinco páginas de Huxley, tres de Aldington, dos de Robert Graves, y así sucesivamente… hasta copiar a todos los escritores que admiro. Pero no me influyeron: les mangué ciertos recursos porque estaba aprendiendo de qué iba el juego, como hace un actor que estudia a otro y toma nota de un efecto de maquillaje o de una forma de andar particular para un papel que él no ha pensado. Nadie considera que eso suponga estar particularmente influido por el actor, se trata de trucos del oficio que le toca aprender.

Lawrence Durrell
Entrevista con Lawrence Durrell (“The Paris Review”. 1953-1983)