En pleno escándalo moralista por la aparición de Lolita en Estados Unidos, Groucho Marx declaró: «Voy a leer Lolita dentro de seis años, cuando la niña cumpla los dieciocho». El buen lector debe tener, para Nabokov, «pasión de artista y paciencia de científico». El exceso de entusiasmo debe ser templado por cierta frialdad de entomólogo que se detiene en los detalles que aparentemente no tienen importancia, pero que son, en realidad, lo que diferencia un relato soso de una obra maestra. Tal vez Lolita gusta por motivos equivocados, o gusta y es conocida, sin haber sido leída, por el tema escabroso, y no por sus detalles geniales. «Lolita es mucho más célebre que yo», decía también Nabokov. Al padre de Nabokov lo mataron por defender a un conferencista con quien no estaba de acuerdo. Es de la cofradía de los escritores de padres asesinados. Alfonso Reyes, Rulfo…

(Leído en «Lo que fue presente». Héctor Abad Faciolince)
Pingback: Lolita | emak bakia