La imaginación -esa misma imaginación que llama a la vida a la poesía y a la música- no es ni perfecta ni autónoma. Con cuánta frecuencia se equivoca, errática; tal vez especialmente en nuestra época, cuando más de una vez sufre las incitaciones de locas ideologías. Necesita apoyarse en la honestidad, en el sentido común, en la razón; ¡con tal de que no sean ellos los que ganen la cima!
