No temía envejecer. No le disgustaba haber dejado atrás a Jim Hawkins y a David Balfour, a los que en aquellos años conducía a través de los bosques y de las islas de Escocia hacia una suerte feliz…
Origen: Veo un pequeño café donde te propongo que nos sentemos, Robert Louis Stevenson – Calle del Orco