P.: ¿Y qué técnica emplea para alcanzar el nivel que se exige a sí mismo?
R.: A quien le interese la técnica, que se meta a cirujano o a albañil. No hay un mecanismo determinado para hacer el trabajo, no hay una fórmula mágica. Mal haría un joven escritor en seguir una teoría determinada. Aprende de tus propios errores. La única forma de aprender es cometer errores. Un buen artista está convencido de que nadie puede darle consejos. Su vanidad es absoluta. Por mucho que admire al autor veterano, siempre querrá superarlo.

(«The Paris Review». Entrevistas 1953-1983)