Si los aficionados pudieran meterse en la cabeza que escribir novelas es un oficio laborioso y muy cualificado… No consiste en sentarse detrás de un biombo y anotar las conversaciones de los demás. El material en bruto es el cúmulo de todo lo que has visto, oído o sentido en tu vida, y debes examinar ese inmenso montón de escoria humeante que es la experiencia, medio sofocado por los vapores y el polvo, rascando y escarbando hasta encontrar en los descartes unos pocos objetos de valor. Entonces hay que ensamblar esos fragmentos deslucidos y abollados, pulirlos, ordenarlos y tratar de disponerlos de un modo coherente y significativo. No se trata de llenar a la brava un bidón de basura y luego vaciarlo de nuevo.
