
Sabed, oh, amados, que el hombre no fue creado en broma o al azar,sino maravillosamente y para un gran fin. A pesar de no perdurar, vive para siempre;y aunque su cuerpo es malo y terrenal, su espíritu es excelso y divino. Ante la prueba de la abstinencia, purgado de las pasiones carnales, alcanza lo más alto, y en lugar de ser un esclavo de la lujuria y el odioes investido con cualidades angelicales.
La alquimia de la felicidad, Abu Hamed al-Ghazali (1058-1111).
Con el cerco, con los morteros y los cañonazos del cerco, llegaron los francotiradores; sombras crueles que asomaban por los boquetes de los edificios y tumbaban a mujeres con la permanente recién hecha, a niños o perros extraviados, a ancianos que volvían de juntar unas pocas ramas o de llenar un par de garrafas a orillas del Miljacka.
Origen: – Un hombre lee en Sarajevo