La intimidad del poeta es de donde salen todos los poemas. La intimidad del poeta está compuesta de millones de cosas horrorosas, feas, que no tienen ningún interés. Y entre estas, la infancia –por eso Rilke decía que la infancia era fundamental– dejó algunas cosas. Dejó poemas ahí en medio. Posibles poemas. La vida los tapa, los mezcla con las cosas más horrorosas que tiene, y los echa al mar. Pero algunos personajes que son artistas salvan de la quema esto sin enterarse. Y tienen una cierta capacidad de meterse dentro de sí mismos, y entre todo aquel embrollo de cosas que no me interesan ni a mí, que son millones de cosas, tienen la capacidad, y a eso se le llama inspiración, de decir: «Coño, esto que luce ahí abajo es un poema».
Joan Margarit