El poema es una caja negra. ¿Por qué? Lo que se sabe de una caja negra es qué información entra y qué información sale, pero nadie sabe qué pasa dentro. Por muchos profesores que hayan hablado de ello, nadie ha explicado nunca qué coño pasa dentro de un poema. Nadie. Ahora bien, yo sé que si entro en un poema con un grado de desconsuelo, de angustia, de pena, de obsesión, y si es un buen poema, salgo con un grado mayor de consuelo y satisfacción y un grado menor de angustia, desconsuelo, etcétera. Eso lo sé. Pero ha de ser un buen poema.
Joan Margarit