La ventana
Una ventana y nada más quisiera,
un fervoroso prólogo del vuelo,
que me instara a subir, con el modelo
de lo que se remonta en primavera.
Me bastaría sólo esa ligera
interrupción de muro y desconsuelo
para desvanecerme por el cielo
clara, sonora, libre, verdadera.
De tanto que la sueño, una mañana
encontraré en mi cuarto a la ventana
llamándome con luminoso grito.
Desde que se abra, viviré de suerte
que me sorprenda el plomo de la muerte
volando en mi retazo de infinito.
Amelia Biagioni