Siempre que hablo con Pierre Michon termina por decirme que hay tres tipos de escritores: el bárbaro, del que Céline es un ejemplo indiscutible; el intelectual a lo Beckett, y un tercero en el que se combina lo mejor de ambos, Faulkner, por ejemplo. Faulkner y Bolaño.
Desconozco el autor del texto pero me gusta.