La escritura nunca es autobiográfica, aunque todos los hechos hayan existido, aunque la literatura es una forma de memoria, incluso más que la vida. Kertész dice que su composición es abstracta, hecha de signos. Su lengua es atonal, Schönberg, es tan verdad como su deportación.

Pingback: La escritura nunca es autobiográfica. Ariana Harwicz — Los cuadernos de Vieco – Cecilio Palafox Horta