Las mejores personas poseen un sentimiento por la belleza, el coraje para asumir riesgos, la disciplina para decir la verdad, la capacidad de sacrificio. Irónicamente, sus virtudes los hacen vulnerables; a menudo son heridos, a veces destruidos.

(Un adiós a las armas)
Bravo por Hemingway, muy acertada su frase, Gracias por compartirla.