“—Justamente quería volver a ese tema —dijo él, muy entusiasmado—. Hay dos formas de que un libro llegue a ti: la normal y la secreta. La normal es que lo compres, te lo presten o te lo regalen. La secreta es mucho más importante: en ese caso es el libro el que escoge a su lector. A veces las dos se confunden. Crees que tú decidiste comprar un libro, pero en realidad él se puso ahí para que lo vieras y te sintieras atraído. Los libros no quieren ser leídos por cualquier persona, quieren ser leído por las mejores personas, por eso buscan a sus lectores. Vamos a respirar un poco de aire fresco”.
