Yo vi a la muchedumbre de apaleados hablar de orgullo, dice el Maestro Ho. Yo no me reí.
Las leyes nuevas han sido preparadas. Nuevas leyes han llegado. Las leyes se acumulan dice el Maestro de Ho, pero es siempre el edicto de la vieja enana, hojas dispersas de un árbol ya sin raíz.
La calma, dice el Maestro.
La calma y la inquietud. Son las peregrinaciones de la cierva y de la pantera hasta que por fin se encontrarán. ¡Oh momento! ¡Oh momento extraordinario! —Y todo se vuelve tan simple, tan simple.
La calma, dice el Maestro de Ho.
(A través de Isaias Garde)