[…] una de las razones por las que quise hacer reportajes fue precisamente para demostrar que podía aplicar mi estilo a las realidades del periodismo. Y creo que en mi método de ficción se observa el mismo desapego. La emoción me hace perder el control del relato: tengo que agotar la emoción antes de sentir que he logrado una mirada suficientemente clínica como para diseccionarla y proyectarla; en lo que a mí respecta, esa es una de las leyes para lograr una auténtica técnica. Si mi ficción parece más personal es porque depende de la dimensión más personal y reveladora del artista: su imaginación.

(Entrevista con Truman Capote (“The Paris Review”. 1953-1983))