Es domingo y no tengo nada que hacer. Ni siquiera tengo ganas de soñar, por lo hermoso que es el día. Lo saboreo con una sinceridad de los sentidos a los que se abandona el intelecto. Caminé como un vendedor. Me siento viejo solo por el placer de sentirme joven.
Fernando Pessoa
Maravilloso Pessoa, como siempre. Qué genialidad. Gracias por compartir. Un abrazo 🙂
Me gusta que te guste…