- No utilizar jamás una metáfora, símil u otra figura del discurso que uno acostumbre a ver impresa.
- No utilizar jamás una palabra larga si se puede emplear una corta.
- Si es posible suprimir una palabra, suprimirla siempre.
- No utilizar jamás la voz pasiva donde pueda emplearse la voz activa.
- No utilizar jamás un giro extranjero, un término científico, un vocablo de jerga donde pueda emplearse un equivalente del inglés cotidiano.
- Saltarse siempre cualquiera de estas reglas antes que decir cualquier barbaridad.
