El extraño poder de la imaginación

Una vez escribí un relato en el que una niña anglocanadiense le dice a un joven de la tribu de los pies negros: «Para mí, un indio no es más que un obstáculo en la carretera.» Poco después recibí una llamada telefónica de un profesor de la Universidad de Carolina del Norte que me preguntaba qué sabía yo de «jóvenes indios tendidos por la noche en las carreteras», pues su investigación revelaba que, en Estados Unidos, eso era una causa frecuente de muerte entre los varones nativos. Tuve que explicarle que no había hecho ninguna investigación sobre el tema, que simplemente di con esa frase una mañana, me gustó y la dejé en el relato confiando en que si yo podía pensarla, sin duda alguien más lo había hecho ya. En otras palabras, la había construido sin tener un conocimiento especial sobre los indios, pero tras haberme pasado la vida prestando atención a los seres humanos. Y ése es, supongo, el extraño poder de la imaginación, que si bien no es fiable para dar con verdades seguras, al menos arroja luz sobre hechos nuevos que, si nos convencen, se transforman en verdades.

 Richard FordRichard Ford. “Qué escribimos, por qué lo escribimos y a quién le importa”.

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