Qué puedo decir? No sé cómo complacer a sus lectores. No sé cómo complacer a toda esa gente con la que hay que ser amable. Uno no puede ir por ahí linchando a nadie. Lo que quieren es que los entretengamos, pero sin maltratarlos. Bien… hablemos. Un autor no lleva muchos libros dentro. Viaje al fin de la noche, Muerte a crédito… con eso debería bastar. Me metí en esto por curiosidad, pero la curiosidad sale cara: me he convertido en un cronista trágico. La mayoría de los autores buscan una tragedia y no la encuentran. Recuerdan pequeñas historias personales que no tienen nada de trágico. Usted dirá: los griegos. Los autores de las tragedias griegas tenían la impresión de hablar con los dioses. Claro, como no.. santo cielo. No todos los días se presenta la ocasión de hablar por teléfono con los dioses.

Entrevista con Louis- Ferdinand Céline (“The Paris Review”. 1953-1983)