Esa palabra: libertad. Tiene un sonido hermoso, ¿verdad? ¿Quién estaría en contra de la libertad? Uno pensaría que todo el mundo estaría automáticamente “a favor” de esa palabra. Una sociedad libre es una sociedad en la que florecen mil flores, en la que hablan mil y una voces. Y qué idea tan sencilla y grandiosa parece. Es como esa diosa de cobre que hay en el puerto, iluminando el mundo. Pero en nuestra época muchas libertades esenciales corren el peligro de ser derrotadas, y no solo en Estados totalitarios o autoritarios. Aquí en la India, una combinación de fanatismo religioso, oportunismo político y, debo decirlo, apatía pública está dañando la libertad de la que dependen todas las demás libertades: la libertad de expresión […]. Somos una especie que necesita hablar, y no debemos ser silenciados. El propio lenguaje es una libertad. Por favor, no permitáis que la batalla por esa libertad se pierda.
