No he escrito una sola palabra de ficción en mi vida, pero esto ha dado rienda suelta a mi verdadera vocación: buscar, en realidad, en la realidad de la lucidez, del sueño, del recuerdo, de la alucinación y en cualquier otra parte. Aunque emana miedo y horror, mi búsqueda me satisface, sin embargo, por completo, como las artes despreciadas y no homologadas de la doma de pulgas o de la prestidigitación.
