El suelo vibra cuando se acerca el tren. No entrar ni salir después del toque del silbato. Miro las caras de la gente y presto atención a las voces. Soy todo oídos. Me pongo cerca de alguien que va hablando por teléfono. Casi todo el mundo en el vagón mira ensimismado pantallas de teléfonos. Una chica alta y seria lee un libro de Paulo Coelho. Esa lectura desacredita su belleza.
