La poesía ¿es el pensamiento? ¿Es el ritmo? ¿Es la imagen? Cada uno de estos tres elementos pueden venir de sitios distintos; y aun pueden juntarse todos… y la poesía no concurrir a la cita. Porque la poesía -y no pretendo revelar el secreto intangible, sino solo aislarlo- consiste en una íntima vibración del poeta, por vías de misterio comunicada a su obra; vibración que en ondas de luz nos descubre hasta profundidades últimas, como en prodigio, el pensamiento, nítidamente translúcido, e intensificado; temblor que avanza en música a lo largo del ritmo; sacudida que hace fúlgida la imagen; vibración, estremecimiento, furia, lo llamaron los antiguos, que une todos esos elementos; y ya, en la obra inconsútil, pensamiento, imagen, ritmo, son un solo indivisible ser: la criatura del arte, el poema.
