Todo ser humano necesita una patria, pero
no una tal como la entienden algunos patrioteros
primitivos, ni tampoco una religión, insulso anticipo
de una patria ultraterrena. No, una patria en la que
el suelo, el trabajo, los amigos, las diversiones y el
propio espacio espiritual confluyan en un todo
natural y organizado, en una especie de cosmos
personal. La mejor definición de patria es:
biblioteca.
