[…] Explicaba que una cosa es por qué empieza uno a escribir, otra cosa es por qué sigue escribiendo y otra por qué sigo escribiendo ahora. A veces me lo pregunto y descubro con sorpresa y horror que, cuanto más escribo, tengo la sensación de que menos sé hacerlo. Y, ¿por qué lo sigo haciendo? No lo sé muy bien, […] a veces tengo la sensación de que me parezco cada vez más al título de un artículo muy antiguo que hice sobre un actor que era: El hombre que parecía no querer nada. Y hago hincapié en la palabra parecía; evidentemente, algo quiero si sigo escribiendo. Pero quiero escribir, simplemente, más, supongo, todavía quiero escribir más. Y por esa misma razón creo que titulé ese texto: Por no bajar la persiana todavía”.

Javier Marías