El cigarrillo, dios de la vida
dios de los suicidas
cae al suelo como una flor herida
flor de ceniza
rostro invertido, flor de la nada.
Casa de la ceniza, en ti Dios humea
y la sangre busca su herida
maldiciendo el poema, hecho
de la frente que cae, y boquea.
La flor sucia de la vida
cae al suelo, y pregunta
a Dios por qué existió.
Leopoldo María Panero