Es como si de pronto te transportaras y te das cuenta, cuando regresas, de que pasaron varias horas. Y me siento feliz, la ficción te brinda una alegría tan exquisita, tan rara. Es la razón por la que quiero seguir escribiendo hasta que muera. Es un don muy preciado. Si no lo tuviera, no querría escribir. Quizás por eso cuando comienzo a escribir tengo algunas ideas, pero durante la escritura misma es cuando esa magia sucede, cuando los personajes comienzan a hacer cosas que yo no quiero que hagan. No lo planteo, pero así sucede.
Chimamanda Negozi Adichie
¡Qué gran verdad lo que expresas! … cómo los personajes van tomando su propio camino y se reinventan y se escriben a sí mismos.
¡Saludos!
Muy cierto.