Escribo porque escribir es como respirar. Escribo y no me pregunto por qué. Cuando respiro tampoco me pregunto cómo funciona el aparato respiratorio. Es la primera sensación que tengo. La literatura es como algo orgánico para mí. Como una prolongación casi natural. Tal vez sea un explicación infantil, pero es como lo siento. Escribir me sitúa en un lugar muy parecido a lo que sería una orilla. La orilla de todo.
Manuel Rivas