La poesía joven en España tal vez nunca había sido tan joven como ahora, y no me refiero a la edad de los autores, sino a la juventud de sus voces y a la forma en que este mundo de internet, redes sociales y teléfonos móviles ha entrado en sus libros para sentirse como en casa. Su lenguaje es distinto, sus temas cien por cien contemporáneos, y en los mejores casos nada de eso significa que no sigan las tradiciones más aprovechables de nuestra literatura, que siguen siendo en este terreno las generaciones del 98, el 27 y el 50. En su caso, unidas a un buen conocimiento de poetas extranjeros clásicos y casi recién descubiertos, que han abierto puertas diferentes. Junto a la irrupción de poetas tan notables como Elvira Sastre, Loreto Sesma o Teresa Mateo, hay toda una corriente formada por músicos, desde cantautores como Marwan, Luis Ramiro o Diego Ojeda, hasta estrellas pop como Guille Galván o raperos como Rayden, que se han animado a publicar sus libros de poemas y que han ayudado, y de qué manera, a renovar el público habitual de los recitales.
Benjamín Prado