Sin embargo, cuando llego a casa y me pongo ante mi mesa de escribir, revivo; y las energías que he ganado fuera, ya sea mediante la corriente alterna de las desarmonías o mediante la corriente continua de las armonías, se ponen ahora al servicio de mis diversos objetivos. Vivo, y vivo de forma múltiple, todas las vidas humanas que construyo: alegre con los alegres, malo con los malos, bueno con los buenos; abandono mi propia persona y hablo por boca de los niños, de las mujeres, de los viejos; soy rey y mendigo, soy el más encumbrado, el tirano, y el más despreciado, el perseguido enemigo del tirano; tengo todos los puntos de vista y profeso todas las religiones, vivo en todas las épocas y he dejado incluso de existir. Es un estado que proporciona una felicidad indescriptible.
August Strindberg