[…] la poesía es una sorpresa total y luego, cuando terminas, es también un documento material: te conoces por el poema, pero no conocías antes de escribir el poema lo que en él escribes.
[…] en realidad poeta somos antes de escribir. El poeta es el niño, porque descubre esa sombra y el poeta adulto es el que vive con capacidad de asombro, que siempre conserva algo del niño que fue.
Francisco Brines