El silencio obligado del poeta
A los autores que ganen más de esa cantidad al año (9000 euros, el salario mínimo interprofesional) por derechos de autor, conferencias, seminarios, cursos o coloquios, el ministerio quiere retirarles la pensión cuando se trata de creadores que se han jubilado de otra actividad y que estén cobrando una pensión. En mi caso, he cotizado durante casi medio siglo para adquirir el derecho a cobrar una pensión y ahora puedo perderlo. La opción es, o bien optar por cobrar la jubilación y dejar de escribir; o escribir y renunciar a la pensión. Eso, con independencia de las multas dispuestas en caso de incumplimiento, por las que te pueden reclamar cuatro años de dicha paga, lo cual, en la mayoría de los casos, será equivalente a lo que pueda ganar como autor en una década […] Esto es una cosa que tiene tanto de esperpéntica como de cruel e injusta. Y que viene a hacer que me plantee dejar de escribir.
Antonio Gamoneda