Confesión del poeta

Jaime Gil de Biedma

Nada más triste que saber que uno sabe escribir, pero que no necesita decir nada de particular, nada en particular, ni a los demás ni a sí mismo.

Jaime Gil de Biedma

Esta entrada fue publicada en El oficio de creador y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario