Nadine Gordimer: Escritora innata

Soy, lo que supongo que podría llamarse, una escritora innata. No decidí convertirme en una. Y al principio, no creía ni esperaba poder vivir de ser leída. Escribía cuando niña con el gozo de aprehender la vida a través de mis sentidos –el cómo las cosas se veían, olían-; y pronto las emociones que me intrigaban o me enfurecían y que tomaban forma, encontraron una iluminación, solaz y gozo enmarcado en la palabra escrita […]. Mi escuela estaba en la librería local. Por nombrar solo algunos a los que debo mi propia existencia como escritora: Proust, Chekhov y Dostoyesky, fueron mis maestros. En ese periodo de mi vida yo era la evidencia de la teoría de que los libros están hechos de otros libros…

Nadine GordimerNadine Gordimer. Fragmento del discurso de aceptación del Premio Nobel en 1991

(A través de Bulevar literario)

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