Literatura y poder

Menéndez Salmón. El corrector

Cuando Platón diseñó la República perfecta, abogó por la expulsión de los poetas. El poeta, decía el filósofo ateniense, genera desorden  al trabajar con un lenguaje que es, por definición, ambiguo. (…) Platón inauguraba así  una profesión de fe que aún hoy dura: la desconfianza que el artista provoca en el poderoso.

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