Hans Christian Andersen nació en Dinamarca a principios del siglo XIX y se convirtió en uno de los escritores más reconocidos de su país. Su fama mundial se debe principalmente a la creación de cuentos infantiles que han sido traducidos a más de 100 idiomas y adaptados al teatro, el cine y la televisión.
La historia de hoy trata sobre la inspiración de Andersen para escribir «El patito feo», uno de sus cuentos más famosos.
Como es popularmente conocido, el cuento relata cómo un pichón de cisne es criado por patos, no logrando encajar y siendo rechazado por los demás, hasta que finalmente descubre su verdadero origen.
Lo interesante es que el cuento se inspira en la propia vida de su autor. De hecho, así lo reconoció durante una entrevista con el crítico danés Georg Brandes. Cuando este le preguntó si pensaba escribir su autobiografía, Hans le respondió que ya la había escrito: El patito feo.
La infancia de Hans Christian Andersen se dio en la extrema pobreza, llegando a mendigar y a vivir con su familia debajo de un puente. Sin embargo, el escritor nunca se sintió parte de su entorno y fantaseaba con que era hijo de un gran señor. Esta fantasía llegó a tal punto que Andersen se convenció de que era el hijo ilegítimo del príncipe Christian Frederik, que luego se convirtió en rey como Christian VIII de Dinamarca.
Otro paralelismo entre el escritor y el cuento, es que el autor era considerado feo, ya que era desgarbado, tenía una nariz enorme y los pies muy grandes. En su infancia, esto lo convirtió en centro de burlas y en un niño solitario. Más adelante, en su juventud, intentó ser actor y cantante de ópera siendo rechazado duramente.
De adulto, fue su talento para la escritura lo que llevaría a Andersen a probar suerte como escritor. Finalmente, fue en esta profesión en la que el autor encontró su lugar en el mundo, se destacó y logró brillar con luz propia, al igual que el patito feo, cuando descubre que en realidad es un hermoso cisne.

(A través de «Historias de la Literatura»)