Rudyard Kipling siempre estuvo muy agradecido con la enfermera que cuidó de su hija mayor Josefina, quien enfermó y falleció de neumonía a los 6 años.
Es por eso, que decidió regalarle un manuscrito diciéndole que si algún día necesitaba dinero podría obtener algo con su venta.
Varios años más tarde, efectivamente, la enfermera lo vendió y pudo vivir el resto de su vida con el dinero obtenido.
Kipling le había regalado el manuscrito original de El libro de la selva.

Rudyard Kipling
(Historias de la Literatura)