La razón secreta por la que yo leo, la única razón por la que leo, es, precisamente, por esos momentos en los que lo que se nos está contando está atento al mundo, una atención que ve las cosas como son o sueña con cómo podrían ser. Esos momentos son como un bosque oscuro, un vasto cielo, un misterio insondable, o, en palabras de Heaney, ‘una prisa a través de la cual pasan cosas conocidas y extrañas.

Teju Cole