No creo en la realidad. O mejor dicho, en esa línea divisoria entre realidad y ficción. O todo es realidad o todo es ficción. Es como la cinta de Moebius: parece tener dos caras, pero sólo tiene una. Aparecen juntas, y esta es la maravilla del mundo. No hay nada milagroso en el mundo, el milagro es que el mundo existe.
