Mark Twain se llamaba en realidad Samuel Clemens. El apodo le fue puesto en su juventud, cuando tripulaba barcos por el Misisipi.
Su tarea a bordo del barco era ir midiendo la profundidad del agua.
La profundidad mínima navegable eran dos yardas, y si las cumplía gritaba:
-¡Marca dos! (Mark twain en la jerga local)

(A través de Historias de la Literatura)