Dentro de mí está el infierno, hay un demonio que quiere destruirme. Mi diálogo interno es una violenta discusión a gritos. Estoy continuamente respondiendo al diablo, intentando explicarle que no soy tan mala como dice. Mientras mantengo mi disciplina de escritura puedo llevar una vida agradable, hacer cosas que me gustan. Mire, nunca he asesinado a nadie, pero muchas veces he sentido la pulsión de hacerlo. Y he comprobado que no se asesina a alguien que nos es indiferente, sino a alguien que nos inspira sentimientos, quizá el amor, con frecuencia el amor carnal.

Amelie Nothomb
(A través de Casa de las Letras)