Creo que para escribir no hay que razonar demasiado. Hay, en cambio, que mirar mucho. Ver: ahí está todo, y ver certeramente. Ver con tus propios ojos y no con los de los maestros… Deben evitarse las inspiraciones vagas. Los grandes efectos se consiguen con medios simples y bien combinados. Pero, ante todo, no imitéis ni os acordéis de nada de lo que hayáis leído: olvidad todo, y aunque os parezca una monstruosidad, no admiréis a nadie.
