Amo los gestos imprecisos,
al que tropieza,
al que derrama un vaso,
al que no recuerda
y es distraído, al centinela
que no puede evitar la leve
palpitación de los párpados;
les tengo cariño
porque en ellos veo el temblor,
el conocido tintineo
del mecanismo roto.

Valerio Magrelli
Son las señales de vida armónica que salta en lapsos desarmónicos para darnos cuenta de la imperfección, que también es visible.