Yo escribo con aparente simplicidad, pero el lenguaje -no el contenido- es en realidad el resultado de un sesudo cálculo matemático. Con ello me refiero al trabajo de perfeccionamiento formal del texto, pues, lamentablemente, nuestros. vehículos de comunicación escrita son convenciones sujetas a determinadas normas. Que Picasso cambie de sitio un ojo para darle vida a un retrato o crear un efecto de multivisión es una cosa, pero que yo cambie de sitio una palabra para devolverle parte de su frescura es otra muy distinta, y mucho más difícil.

Entrevista con Jean Cocteau (“The Paris Review”. 1953-1983)