
Se lo agradecieron al temblor que sepultó la carretera bajo las rocas. El grupo activista vio la oportunidad. Con los caminos bloqueados, el pueblo de Thorndike en Nueva Zelanda quedó aislado, y con ello, tierras arables podían ser utilizadas por Mira Bunting y los miembros de Birnam Wood. Lo que se debía hacer, plantar y cosechar. Era justificable porque los ideales estaban por encima de todo: luchar contra el capitalismo y la destrucción del planeta…