La novela es una forma mucho más difícil de dominar de lo que parece, pocos tienen el aliento necesario para escribir algo tan largo. En cuanto al cuento, exige una perfección casi equivalente a la de un poema. Pero en general la prosa está menos aislada de la vida que la poesía. Es cierto que parte de la poesía alejandrina a la que me refiero es muy brillante, no le cambiarias ni una coma, pero a mí en particular me estaba resultando cada vez más sofocante. No podía encajar mi experiencia en esas formas métricas rígidas.

Entrevista con Robert Lowell (“The Paris Review”. 1953-1983)