Pero no puedo imaginar a un escritor que en estos tiempos escriba una novela encerrado en su estudio. Sé que existen, pero creo que dan prueba de lo inútil que es el oficio literario a menos que el autor experimente activamente lo que le sucede a su héroe. Por una parte, disponemos del punto de vista de Flaubert(en su juventud) al respecto: «Si quieres describir el valor, no te hagas soldado; si quieres describir a un amante, no te enamores; a un borracho, no bebas vino». Pero también existe una brillante refutación de esta teoría: Stendhal. Fue soldado, bebió e hizo el amor, y realizó descripciones maravillosas de las pasiones humanas.

Iliá Ehrenburg
(“The Paris Review”. 1953-1983)
Es difícil escribir sin vivir… la vida siempre es la clave!