Yo nunca he hecho una carrera de nada, sabe usted, ni siquiera de la literatura. Empecé sin nada, excepto una especie de pasión, un deseo impulsor. No sé de dónde venía y no sé por qué he sido tan obstinada en ese sentido que nada pudo desviarme. Pero esta cosa que existe entre mi persona y mi literatura es el lazo más fuerte que he conocido con cualquier otra persona u otro trabajo que haya realizado. Empecé a escribir cuando tenía seis o siete años, pero también tenía multitud de otros semitalentos: quería bailar, quería tocar el piano, cantaba, dibujaba. No se trataba en realidad de simples aficiones: lo investigaba todo, experimentaba con todo. Y además hay que tener en cuenta que entonces no había muchas diversiones. Si una quería oír música tenía que tocar el piano y cantar una misma. La mayoría del tiempo dependíamos de nuestros propios recursos: nuestra propia música y nuestros propios libros. Las casas estaban llenas de libros para ser leídos y nosotros los leíamos.

Katherine Anne Porter